El segundo semestre comienza con un clima de mayor incertidumbre para los mercados y las economías principales, ante el temor de que puedan atravesar turbulencias como las que envolvieron al mundo en desarrollo en la primera parte del año, potencialmente golpeando a sus activos y a su ritmo de expansión. Las acciones estadounidenses y europeas se encuentran casi en el mismo punto donde empezaron el 2018. Pero la percepción de los inversores empeoró después de la intensificación de las medidas proteccionistas del presidente estadounidense Donald Trump y las represalias de otros países.