Las nuevas normas de etiquetado pusieron en apuros a los empresarios y al Gobierno. Las autoridades aseguran que tienen la tecnología y los instrumentos para avanzar con el cambio obligatorio. El sector privado, sin embargo, anuncia un posible colapso. Según datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos y Bebidas (Anfab) solo se han solicitado 300 o 400 etiquetas con las nuevas normas de información nutricional. Están pendientes, a decir de los representantes del sector, unas 41.600 etiquetas. La noticia es preocupante si se toma en cuenta que el plazo para renovar todas las etiquetas vence el 29 de mayo. Es decir, algo más de dos meses. Hugo Bustos, presidente del Sector de Alimentos de la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi), considera que el poco tiempo y la fuerte demanda empresarial provocarán una "avalancha de solicitudes". Bustos, que participó en un conversatorio en la Universidad Andina de Quito, explicó que los empresarios tuvieron contratiempos para presentar antes sus propuestas de rótulos. Según él, las pequeñas y medianas compañías tardan más porque los costos son altos y los diseños toman tiempo. Marco Dehesa, coordinador General de Certificaciones de la Agencia de Regulación y Control Sanitario (Arcsa), no está de acuerdo con las cifras del sector privado pero tampoco dio sus estimados. Para él, la Agencia cuenta con la capacidad técnica -hay personal contratado exclusivamente para esta tarea- pero también requiere del apoyo privado. Fuente: Expreso.