Las compañías inmobiliarias que reciben dinero de sus clientes como anticipo para la construcción de sus viviendas, deberán desde hoy dirigir esos recursos a un fideicomiso que será manejado por un tercero, según el nuevo reglamente difundido ayer por la Superintendencia de Compañías. Dicho reglamento ordena que los compradores ya no entregarán los recursos a la inmobiliaria, sino "directamente a la administradora de fondos y fideicomisos. El contrato de encargo fiduciario se regirá por lo dispuesto en la Ley de Mercado de Valores y normas complementarias". Y aclara que el dinero manejado por una administradora de fondos se entregará a la inmobiliaria luego de verificar la viabilidad de la construcción del proyecto y si no es viable, se devolverán los recursos a los clientes. Ninguna inmobiliaria podrá publicitar un proyecto que no tenga autorizaciones, ni recibir recursos de los potenciales clientes para la ejecución de los proyectos. Tampoco podrán suscribir contratos de reserva de vivienda o promesas de compraventa. Señala además que la Superintendencia realizará inspecciones de los proyectos. "En los casos que amerite, la Institución dispondrá la intervención de la empresa, y si esta no acata las exigencias podrá ser declarada disuelta de conformidad con la Ley de Compañías". Fuente: El Universo.
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