La histórica marcha de los trabajadores del 1 de mayo superó el discurso reivindicativo de los sindicatos y se convirtió en una gran manifestación ciudadana contra el gobierno de Rafael Correa. A las 09:40, los líderes sindicales se tomaron las manos y arrancaron la caminata desde la avenida 10 de Agosto y Buenos Aires, pero cientos ya se habían adelantado y minutos después los primeros grupos ingresaron a la plaza de San Francisco. Hasta entonces, Édgar Sarango, presidente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), dijo que si el Gobierno no derogaba el retiro del aporte del 40 % al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) se verían obligados a tomar nuevas decisiones, pero no detalló los planes. A las 11:00, la plaza ya contaba con los líderes, pero el fin de la marcha aún se encontraba lejos del centro colonial. Ese hecho cambió los discursos de los movimientos sociales, que aseguraban que la movilización fue un éxito. Entonces, Nelson Erazo, del Frente Popular, le dijo al presidente Rafael Correa que no tenía capacidad para dirigir este país. “No tiene la calidad moral para decirle a los trabajadores cuál es el camino que debemos seguir, señor Correa, tendrá que irse a su casa”, afirmó. Fuente: El Universo, 02 de mayo.